domingo, 13 de junio de 2010



Demasiado aire;
la falta de costumbre me asfixió.
Nadie avisa..
y deberían servir dosis de coherencia
junto al café.

Resulta que uno y uno no eran dos,
sino a veces incluso medio:
media yo colgada
columpiándome de orilla a orilla,
y en equilibrio sobre una astilla.

Se alzan altos hasta fugar,
y arrancar del asfalto, lo aseguro,
no se vive tan mal.
(cuesta.)

Se oyó un chasquido;
y no vi qué puerta.

¿hasta cuándo rebotan círculos concéntricos
tras la última gota?
Hay demasiada superficie de agua...
no exijo que sepan dónde caer

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