Le pinté una gran pecera, a su medida. Con la esperanza de que mientras siga ahí no olvidará que nada de ésto es más que éso. Que las peceras son más de lo mismo. Chocas entre las cuatro paredes, y cuando te cansas te largas. Así no tendrá a miedo de salir a buscar mares.
Es genial!!! muy màgico.
ResponderEliminarLa pecera debe ser más que grande para practicar las maniobras de escape.
ResponderEliminarun poco grande sirve, creo
ResponderEliminarQué bueno!
ResponderEliminar